ANTONIO PINTO (AP):
La música no está colocada en el principio de la película. Se piensa en la música como una cosa de la postproducción. Creo que tiene que empezar a pensarse como parte de la creación de la película. Entonces, el dinero para la música tiene que estar junto con todo lo demás. La música, no sólo en cuestión de presupuesto, tiene que ser considerada desde el principio.
LEO HEIBLUM (LH):
Es muy complicado. En términos generales, en realidad el cine es muy joven como arte. Integra a su vez muchas artes y la integración de la música en el cine no ha terminado de suceder de manera correcta. Como la música es un arte tan complejo en sí mismo y como de alguna manera a los cineastas les intimida ese proceso, el momento en el cual se involucran con el compositor es cuando ya tienen claro cuál es la música que funciona, ya que saben qué hacer con la música; ahí lo incluyen, en lugar de involucrarlo cuando están leyendo el libro para hacer la película.
Me encantó algo que tú dijiste [a Antonio Pinto] en otra reunión: “nosotros no hacemos música para las películas, nosotros hacemos películas”. Igual que el director de fotografía, igual que el director, igual que los actores, todos hacemos una película juntos. Pero creo que tiene que ver con eso, con que la música sigue estando de alguna manera separada del mundo cinematográfico, es decir, en las universidades de cine no se enseña música, sigue habiendo un problema de integración.
AP:
Para mí, los proyectos que no son de Brasil, los proyectos más internacionales, están cambiando: estoy empezando antes los proyectos. Ahora, por ejemplo, estoy trabajando en una gran película que están produciendo. Ya estamos compartiendo música, estoy mandando mi música y aún no han filmado nada. Me dieron el guion y conversamos en cómo hacer y cuál era el concepto. Vamos a usar música tradicional..., vamos a ser libres para usar lo tradicional con lo moderno..., y entonces todo el proceso se vuelve más fácil. Yo prefiero trabajar con los temps que son míos, porque tengo una librería muy grande.
JACOBO LIEBERMAN (JL):
¿Podemos explicar lo del temp? Los directores, los editores o ambos, cuando están editando, utilizan referencias musicales de lo que les gusta o lo que creen que funciona, como referencia, para luego dárselo al compositor y que él quizá se inspire con eso. El problema de esto es que a veces hay que competir con Górecki, Chopin, Bach o Piazzolla..., y no sólo eso, sino que, claro, ya estás encasillado.
ANDRÉS SÁNCHEZ (AS):
Te encajonas. El temp le pone un cierto color a una película que probablemente no sea lo que quiera el director.