EXT. SEMBRADOS DE MARIHUANA - NOCHE
Borracho, Leonidas camina por los sembrados. Zigzaguea entre las matas. Llega a una pequeña colina de donde se ve la casa de Aníbal con varias ventanas iluminadas.
Leonidas se sienta en el piso y sigue tomando. Mira la casa.
EXT. CASA DE ANÍBAL EN LA SIERRA - PISCINA - DÍA
Escondido entre unos matorrales, Leonidas observa la piscina en la parte de atrás de la casa. Victoria, leyendo un libro, se broncea. Su perro duerme a su lado.
Victoria deja el libro en el piso, se levanta y salta a la piscina salpicando agua por todas partes.
Leonidas la observa desde los arbustos.
Victoria sale de la piscina y sin secarse si quiera, entra a la casa. Su perro se queda durmiendo afuera.
INT. CASA DE ANÍBAL - CONTINUANDO
La puerta que da a la piscina está abierta. En el piso se ven huellas de agua que dejó Victoria al pasar.
Leonidas aparece por entre los arbustos detrás de la piscina y rápidamente entra a la casa. Mira el piso y ve las huellas que atraviesan el salón y que lo llevan a una escalera.
Sigilosamente, sube al segundo piso donde un largo corredor se extiende revelando varias puertas cerradas.
CORREDOR
Atraviesa el corredor hasta una puerta entreabierta. Mira por la ranura.
Victoria, de espaldas, está quitándose el vestido de baño.
La expresión de Leonidas se cierra. Duda un instante. Pero abre la puerta y se introduce adentro del cuarto.
Victoria lo ve. Su mirada se llena de terror.
EXT. CAMINOS DE LA SIERRA - DÍA
Leonidas aparece corriendo por entre los árboles, cansado y descompuesto. Encuentra el camino hacia la carretera destapada y desaparece por ella, jadeando de cansancio.
EXT. CASA DE RAFA - SALA - DÍA
Úrsula le da una sonora cachetada a Leonidas.
El joven cierra sus ojos encharcados. No se atreve a enfrentar la mirada de nadie.
Con ellos están Rafa, Peregrino e Isidoro. Rafa camina de un lado a otro. Está desesperado. Se voltea hacia Peregrino.
RAFA
Ve a donde Aníbal. Entrégale a Leonidas.
ÚRSULA
¿Estás loco? ¡Leonidas es tu familia!
PEREGRINO
No puedo hacer eso, Rafa.
RAFA
Tienes que preservar la paz.
ÚRSULA
¡La paz ya se rompió! ¡Tenemos que armarnos.
PEREGRINO
Hay gente que te va a apoyar. Mi familia y mi clan estamos a tu disposición.
LEONIDAS
Yo mato a Aníbal. Yo voy--
Úrsula descarga toda la furia que tenía contenida en su hijo.
ÚRSULA
¡Cállate! ¡No te quiero oír!
Leonidas baja la mirada. Rafa está cada vez más confundido. Se agarra la cabeza. Mira con odio a Leonidas. Le suplica a Peregrino.
RAFA
No voy a empezar una guerra. Habla con Aníbal. Llévale una palabra.
ÚRSULA
¿Estás loco? ¡Lo matarán!
RAFA
Aníbal no se atrevería. Nunca nadie ha hecho algo así.
Peregrino mira a su sobrino en silencio. Rafa no sabe qué hacer. Desubicado, termina por salir de la casa.